Hay tapas que son un clásico independientemente del lugar en el que nos encontremos, como las croquetas, la tortilla, los calamares o las patatas bravas. Y hay otras que varían en función del sitio y que no son tan conocidas por los turistas. 

En Toledo, la tapa más famosa no es ninguna de las anteriores, sino la "bomba" de la cervecería El Trébol, una bola rellena de patata, carne picada, pimiento, salsa de tomate y alioli.

Este establecimiento, uno de los locales con mayor celebridad en el casco histórico de la ciudad, lleva desde el año 1982 deleitando a sus innumerables vecinos y turistas con este manjar, su mayor insignia y el producto más consumido de la carta.

Bomba de El Trébol.

"Hemos creado un sabor, un sabor toledano que ya ha enamorado a muchos de los habitantes de la capital, así como a la mayoría de visitantes que vienen a vernos. Y es que después de una larga semana, nos merecemos una buena tapa. Pues ¡esta es la nuestra!", relatan en su página web. 

Un local lleno de historia

Lo que empezó como un pequeño bar con apenas capacidad para servir desayunos y bebidas acompañadas de un pequeño bocado, se ha convertido en toda una institución de Toledo, atrayendo a todo tipo de clientela a cualquier hora del día. 

A pesar de que la bomba de patata es el verdadero emblema del local, en él también se pueden degustar otras tapas más tradicionales, además de unas deliciosas pulguitas.

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Todo aquel que acuda a El Trébol tendrá la oportunidad de tapear en un sitio lleno de historia, ya que la cervecería está ubicada dentro de la antigua alcazaba islámica.